miércoles, 15 de octubre de 2008

Un Movimiento transformador

El Festival Nacional de Cine y Video Documental es organizado por el Movimiento de Documentalistas desde 1997. Las últimas 5 ediciones se llevaron a cabo en La Plata, Córdoba y Mendoza, en 2003; en San Salvador de Jujuy y Comodoro Rivadavia, en 2004; Buenos Aires en 2005; Villa Maria, Resistencia, Olavaria y Concepción del Uruguay en 2006 y Buenos Aires en 2007. Este año, 2008, se esta realizando en Buenos Aires, en el barrio de San Telmo.

Sobre una pantalla se proyecta la imagen de Ernesto ¨ Che ¨ Guevara acompañada con un título: Importar la revolución. Se trata de uno de los tres documentales que serán exhibidos en la apertura del X Festival de Cine y Video Documental.
Algunas de las personas que llegan al evento buscan la mejor ubicación para ver las películas, mientras que otras buscan a algún conocido. Yo no busco nada, solo espero.
 Muchísimas gracias por estar acá. Nos aventuramos nuevamente a mostrar una cantidad de materiales que no tienen salida ni recorrido por ninguno de los medios audiovisuales públicos y comerciales -, así nos da la bienvenida Claudio Zucchino, coordinador general del Festival y miembro del Movimiento de Documentalistas.
- Acá tienen, no solo la oportunidad de exhibirse, sino también de formar parte de una muestra de preselección de documentales que después van a estar compitiendo. Hay un jurado de personas competentes que con el tiempo han adquirido conocimientos tanto en la realización, como en la producción de los documentales.
Este grupo de personas que excede al conjunto que compone el jurado, son personas unidas y motivadas por las ganas de contribuir al enriquecimiento y transformación del documental en simultáneo con la transformación de la realidad diaria. Una transformación que tuvo sus inicios hace 12 años.

Entre la mirada y la acción

En 1996 se produjo el primer encuentro de un grupo de documentalistas independientes encabezado por la propuesta de analizar la relación entre documental y ficción. La primera idea funcional y que dio lugar a la construcción del movimiento fue la idea de ¨ el documentalista entre la mirada y la acción ¨. Ese fue el nombre de la primera publicación del Movimiento, una revista que acompaño el primer Festival Nacional de Cine y Video Documental organizado en 1997, en Avellaneda.
- Nuestra preocupación pasaba por sentirnos navegando entre la mirada, es decir el encuentro, y el movimiento, es decir la acción , explica con la mirada perdida Miguel Mirra, director del Festival y miembro del Movimiento.
- En esa época nos llamábamos ¨ Encuentro de Documentalistas, y con el paso del tiempo nos dimos cuenta que todavía nos estábamos encontrando y era hora de pasar a la acción. El documental es acción.

Independencia del poder político y económico

Para la organización del primer Festival este grupo de emprendedores, con el afán de transformar la realidad social, aceptaron el ofrecimiento del municipio de Avellaneda de hacer los afiches para promover el Festival. Dos días antes de la apertura, cuando los afiche estaban listos para salir a las calles, se dieron cuenta que en la parte inferior estaba el nombre del intendente del distrito, como si el Festival fuese parte de su gestión. No podían permitir que esos afiches salieran de esa forma a las calles, así que tijeras en mano cortaron la parte inferior de los carteles y los publicaron esa misma noche. El festival fue un éxito y nadie se atrevió a reclamarles nada.
Aquella noche de las tijeras en mano forjaron la segunda idea funcional del Movimiento: ser independiente del poder político y económico.
- Estamos muy agradecidos a los realizadores que año tras año confían en nosotros. Hace diez años que venimos trabajando absolutamente independientes del estado y sus instituciones, porque vamos comprendiendo que solo entre nosotros podemos tener la lealtad y solidaridad suficiente para ayudarnos en cualquier circunstancia. Si tenemos apoyo de las instituciones bien, y sino lo hacemos igual. Y bueno, hace diez años que lo hacemos igual, jajaja  frente al publico Miguel Mirra les agradece a aquellas personas que intentan día tras día transformar una realidad alguna vez in imaginada.
El nombre de ¨ Movimiento de Documentalistas ¨ lo adoptaron cinco años después, luego de tomar una decisión drástica pero primordial para el Movimiento: romper con los lazos burocráticos del municipio de Avellaneda.
- Dejamos en el camino a muchos compañeros hasta allí muy valiosos, pero que no se animaron a correr el albur de un camino sin retorno y prefirieron mantenerse a la sombra del aparato institucional , me cuenta Claudio con la mirada triste recordando a aquellos que alguna vez fueron sus aliados y que hoy están del bando contrario.

Un volver a empezar

Luego de una separación que resultó dura, en el aspecto emocional y de amistad, entre las integrantes del movimiento; y de una separación menos dura y más liberadora con el municipio de Avellaneda, solo unos pocos cruzaron el puente Pueyrredón para buscar las bases para un volver a empezar.
Comenzaron a reunirse en un bar con billares que está al lado del hotel Bauen, muy cerca de Corrientes y Callao.
 En esas reuniones debatíamos sobre el rumbo que tenía que tomar el Movimiento.
Miguel lleva su mano derecha a su cara y acaricia su barba, pasan unos segundo y me cuenta que en una de esas reuniones asistió Fernando Gómez, un compañero mexicano que los había deslumbrado en el Festival de 1997 con una conferencia que sostuvo con verdadero conocimiento del tema: ¨ La imagen documental en Chiapas ¨.
Fernando les aportó la cuota de pensamiento y política zapatista que el Movimiento necesitaba. Y de ese encuentro surgió la tercera idea funcional, muy zapatista, por cierto: la humildad, la paciencia y la perseverancia en la organización y la voluntad, la inflexibilidad y la determinación en la confrontación
Con ese perfil el Movimiento comenzó a pensar en el tercer Festival Nacional.

No a los burócratas

Para comienzos del 2001 el Movimiento decidió convocar al Tercer Festival Nacional. En busca de apoyo recurrieron a funcionarios del instituto nacional de cine que no hicieron más que cerrarles las puertas y dejarlos en el pasillo. De esa experiencia surgió la siguiente idea funcional, más que una idea fue un sentimiento: no a los burócratas. No a los burócratas del cine, pero también no a los burócratas de la cultura; y no a los burócratas de la política.
- Consideramos al estado argentino como una administración colonial. Entonces, nosotros creemos que cada vez más el estado argentino se ha transformado en un administrador de los intereses de otros, de las metrópolis. Por otro lado, el INCAA es una cueva de corrupción, ahí se labura para los amigos. Es una institución corrupta como casi todas o todas.
 ¿Pero como hacen para producir ustedes?, le pregunto a Miguel notando que voz se hace más grave y más firme.
 Nosotros producimos igual, a nosotros no nos hace falta entrar en madeja del colonialismo estatal, y no nos hace falta entrar en la corrupción de los organismos en manos de los burócratas para poder producir. No es cierto que para producir documentales haga falta, lo que plantean que hace falta para ir a chuparle la teta del estado. Porque vos sabes muy bien que con una Mini DV, una 170, una computadora en tu casa podes un excelente documental.
En este momento en la pantalla se proyecta un documental que trata la problemática de la comunidad boliviana en Escobar, titulado: Tantakuy, tramas al sol. Es un documental hecho por un grupo de estudiantes de cine de Lujan, que seguramente no tuvieron que acudir al INCAA para producirlo. Se nota que esta hecho con una sola cámara, pero la calidad de la imagen y del sonido son estupendos.
Varios de los espectadores son de la comunidad boliviana y creo que una de las protagonistas del documental está sentada en la última fila de la platea.
Es una mujer de contextura grande y de rangos Coya. En la pantalla parece una mujer triste, pero en presencia parece todo lo contrario, parece una mujer muy alegre. Quizás su alegría se debe a que todos la estamos viendo en una película.

Nada de burocracia en el documental

Independiente de todo tipo de poder estatal e institucional, el Movimiento tuvo que afrontar varios escollos en su camino de transformación.
Ya avanzado el 2001 se toparon con otros burócratas. Un grupo de asociaciones y colectivos de documentalistas se reunían, dialogaban y acordaban con los funcionarios de De la Rua, en el instituto nacional de cine, la realización de concursos para recibir subsidios.
- Era algo tremendo lo que estaba sucediendo, mientras miles de desocupados hambrientos recorrían las calles revolviendo tachos de basura, estos burócratas se reunían con funcionarios estatales para pedir plata. Era una traición al pueblo que se movilizaba en contra del gobierno , recuerda Claudio con bronca en sus palabras.
Ante esta situación el Movimiento planteó, en una carta abierta, que se negaba terminantemente a participar de esas reuniones por considerar que eran una traición al pueblo que reclamaba en contra del gobierno y que más que acordar con los funcionarios había que enjuiciarlos.
De esa manera el Movimiento quedo aislado, tanto del estado y las instituciones, como de los demás grupos y colectivos documentalistas. La reacción de estos últimos no se hizo esperar. Los grupos de documentalistas, que se reunían con funcionarios para pedir subsidios, acusaron a los integrantes del Movimiento de sectarios, divisionistas y hasta de malas personas. A partir de ese episodio surgió otra idea funcional del Movimiento: nada de representantes, delegados, dirigentes, es decir burócratas del documental.
 Solo nos relacionamos con iguales y entre iguales, y cada uno se representa a sí mismo. Nadie decide por nadie y cada uno piensa con su propia cabeza , comenta Miguel mientras que Claudio asiente con la cabeza.
En septiembre de 2001, organizaron el Tercer Festival Nacional de Cine y Video Documental. El salto fue cualitativo. Más de veinte documentalistas participaron en la organización.
El 19 de diciembre de 2001, en un local prestado por el Medh, se realizó la primera reunión multitudinaria. Ahí se concretó la convocatoria a todos los realizadores del país a participar de la construcción del Movimiento de Documentalistas. Esa misma noche se movilizaron a la Plaza de Mayo, y también al día siguiente.
El 19 y 20 de diciembre de 2001 el pueblo argentino salió a las calles y al grito de ¨ que se vallan todos ¨ derribó al gobierno de De la Rua.
Esta crisis política produjo una constatable nueva realidad: el surgimiento de relaciones sociales independientes del sistema y la cultura dominante.
En el Movimiento la mayoría de los documentalistas se comprometió sin dudar con el nuevo movimiento social en marcha junto a las asambleas populares, los trabajadores de las empresas recuperadas, los movimientos de trabajadores desocupados, los movimientos campesinos. De allí su pujanza y protagonismo en el terreno de la comunicación y la producción audiovisual en el presente.
Luego del 20 de Diciembre de 2001, el Movimiento inicio una nueva etapa. El Movimiento de Documentalistas creció cuantitativa y cualitativamente. En la organización y en la producción. En la formación y en la difusión de la actividad documentalista. A nivel nacional e internacional. Entre los documentalistas, entre los trabajadores de la cultura y en el seno de los nuevos movimientos sociales.

Movimiento Internacional

El Movimiento de Documentalistas se convirtió entre los años 2002 y 2003 en un Movimiento Internacional.
- Comenzamos a conocer y compartir las experiencias de realizadores de otros países del mundo, tan oprimidos y explotados como el nuestro  las luces del teatro disminuyen su intensidad, mientras Miguel me sigue contando:
 En este contexto organizamos el primer Festival Internacional del Documental Tres Continentes Buenos Aires 2002. Y al año siguiente realizamos un acuerdo con la Asociación de Documentalistas de Sudáfrica para realizar el Segundo Festival Internacional, en Johannesburgo. Y el tercero se realizo en Asia, en India.
Durante el Festival, se construyó el Movimiento Internacional del Documental Tres Continentes, Asia, África y América Latina y se redactó una declaración inaugural que se pronuncia por la plena vigencia de los derechos humanos en todo el mundo, contra todas las formas del colonialismo y por el derecho a los pueblos a revelarse contra la opresión.
De esta forma el Movimiento confirma en la práctica la idea que le dá su carácter más acabado: el Movimiento de Documentalistas es soberanamente solidario con los trabajadores explotados y los pueblos oprimidos del mundo.

Un espacio de difusión

- Agradecemos a los organizadores del Festival por este espacio de difusión, ya que es muy difícil encontrar espacios como estos que le den voz a los realizadores y a los protagonistas de los documentales , son las palabras de Diego Romero, realizador del tercer documental en exhibición: ¨ En busca de Ayni ¨.
Diego es un joven entusiasta que tiene la posibilidad de que varias personas puedan disfrutar de su primer trabajo documental en este Festival, el cual tiene como característica principal la exhibición de trabajos de índoles sociales que se solidarizan con los pueblos oprimidos.
Quizás allá una búsqueda del Ayni en muchos de nosotros, varios estamos en este camino, y necesitamos de muchos de esos valores de reciprocidad, de comunión y de trabajo colectivo.
Y que mejor manera de empezar esa búsqueda que aquí, en un Festival donde no solo se muestra un documental, sino que se lo puede debatir, se puede confrontar ideas y al finalizar de ver el documental la sala se transforma en una asamblea, sin más pretensiones que transformar la realidad.

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