Arfuch nos dice que la entrevista nos remite a formas de diálogos o conversaciones que mantenemos en nuestra cotidianeidad. Pero, a mi forma de ver, la entrevista tiene un objetivo que no lo tiene la conversación, o por lo menos no lo refleja en forma explicita. Se trata de la búsqueda de una información en particular. Si bien en la conversación se produce un intercambio de información, su búsqueda no es formal. Los interlocutores no planifican la conversación, sino que se da en forma instantánea. En cambio en la entrevista los roles de quien pregunta y quien responde están claramente fijados. Quienes participan de la entrevista son conscientes de que uno quiere algo que el otro tiene, y aquí es donde se ponen en juego las relaciones de poder.
Tanto Arfuch como Ulibarri consideran que entrevistamos cuando indagamos sobre un accidente, cuando preguntamos a un político sobre nuevas medidas, cuando hablamos con un cantante sobre su nuevo disco, etc. Estas entrevistas las encontramos en revistas, diarios, en el noticiero televisivo, por lo general encubiertas en otros tipos de géneros discursivos. Sin embargo, estas entrevistas no tienen la misma metodología de la conversación o el dialogo, sino que tienen una preparación más intensiva.
Aquí tratare de describir, en lo posible, las tres etapas de una entrevista: la investigación, el acto de la entrevista y la edición.
La Investigación
La investigación es la etapa previa a la realización de la entrevista. En esta etapa, el futuro entrevistador se dedica a buscar información sobre el personaje y/o tema que tendrá como centro la entrevista.
Arfuch compara el trabajo de investigación del entrevistador con el trabajo de un detective: ¨ El trabajo detectivesco comienza en ocasiones tratando de ubicar al personaje, ganarse su confianza, obtener finalmente una cita; otras veces se trata de una investigación previa al cuestionario, que concierne a una biografía, una teoría o una gestión, pero en todos los casos lo que prima en la imaginación del entrevistador es el deseo de desvelar algo.¨
Tanto el entrevistador como el detective se dedican a buscar algo, una información un dato. Eso que le despierta curiosidad sobre un tema o personaje.
Douglas Coupland tiene una mirada pesimista de la investigación que se realiza en estos tiempos para preparar una entrevista. Coupland sostiene: ¨ Toda la información que se necesita ya está en Google. Las entrevistas nunca van más allá de eso. Con anterioridad a Google, alguien que preparaba una entrevista tenía que hacer un verdadero trabajo de investigación que comprendía diarios, bibliotecas, visitas, acumulación de entrevistas anteriores y cierta cuota de energía. En la actualidad, no hace falta más que entrar al buscador para crear la ilusión de una verdadera investigación periodística ¨.
No estoy totalmente de acuerdo con esto que plantea Coupland. Me parece que no deja de ser una investigación entrar a un buscador para obtener una información determinada. La investigación tiene que ver con la búsqueda, y para eso están los buscadores de Internet. Además, toda información que uno pueda obtener a través de la investigación de diarios, bibliotecas, acumulación de entrevistas anteriores; la podemos encontrar en Internet. Los diarios tienen página Web con la misma información que tienen los diarios impresos. Los libros se pueden encontrar en forma digital, y las entrevistas aparecen por muchísimas páginas. No estoy de acuerdo en que las facilidades que brindan las tecnologías empeoran los métodos. Solamente son distintos.
Sin embargo, si bien la tecnología facilita la investigación, también dificulta el contacto cara a cara entre las personas. Cuando antes uno tenia que ir a la biblioteca, a los redacciones de diarios en búsqueda de información, siempre tenias que relacionarte con alguien que te facilitara la información, y en ese encuentro no solo se obtenía un dato especifico, sino también otra mirada sobre ese dato. Hoy en día son sistemas programados quienes te facilitan la información, no hay miradas sobre la información que se brinda.
El acto de la entrevista
En el acto de la entrevista se pone en juego, lo que Arfuch llama, redes de ínter subjetividades, obligaciones, la persuasión, el control o la violencia. Se tejen relaciones de poder donde ambos, el entrevistador como el entrevistado, persiguen un objetivo. Coupland decía que el concedía entrevistas porque quería que los lectores se conectaran con sus libros. De la misma manera que el entrevistador pide una entrevista con alguien para obtener una información determinada, el entrevistado también tiene sus razones para concederla.
Eduardo Ulibarri menciona cuatro situaciones en las cuales se pueden presentar problemas en una entrevista:
▪ La apariencia y maneras del entrevistado: Aquí el problema es sobre la percepción que tiene el entrevistado sobre su entrevistador.
▪ La estructura y formulación de las preguntas: Una pregunta mal redactada, o que por su extensión es difícil de comprender, puede generar respuestas aun más confusas. Por eso, se recomienda organizar las preguntas, colocarlas en orden prioritario, de modo que si el tiempo se termina, al menos se haya cubierto las más importantes. Siempre es bueno, si es necesario, repreguntar, volver sobre un tema pendiente, resumir, hacer avanzar el dialogo, anular silencios, aprovechar elementos inesperados pero relevantes, etc. Hay que tener bien en claro que es lo que se busca con las preguntas: datos precisos, revelaciones, interpretaciones sobre los hechos, opiniones generales o testimonios.
▪ La actitud del entrevistador: Si se estimula el antagonismo se puede cerrar las posibilidades de comunicación Hay que evitar esto, se debe ser cortes en el trato, pero firmes en lo que se pregunta. Hay que tratar de mantener el control de la entrevista. No hay que aceptar, a posteriori, lo que no se converso con anterioridad a la entrevista. Evitar la hostilidad abierta o la obsecuencia.
▪ Expectativas del entrevistador sobre las actitudes del entrevistado: Es probable que si el entrevistador supone que recibirá ciertas respuestas y actúa de acuerdo con esta suposición, el entrevistado responda de acuerdo con tales expectativas. Hay que tratar de ser lo mas objetivo posible. Evitar todo tipo de intervención que pueda influir en la respuesta del entrevistado.
Gabriel García Márquez dice: ¨ El cassette no es un sustituto de la memoria, sino una evolución de la humilde libreta de apuntes. La grabadora oye pero no escucha, repite pero no piensa, es fiel pero no tiene corazón… muchos entrevistadores no escuchan las respuestas por pensar en la siguiente pregunta ¨ Por eso, García Márquez recomienda tener siempre una libreta de apuntes donde se pueda hacer un punteo de las cosas que le van surgiendo al entrevistador mientras responde el entrevistado.
La edición
En esta etapa se pone en disputa dos formas de edición: una es la reproducción textual de la cinta; y la otra es la edición con la intervención de los sentidos y la razón del entrevistador.
En la revista que editó Andy Warhol, llamada Interview, las entrevistas que se publicaban eran la trascripción fiel de las cintas, incluyendo exclamaciones, titubeos y silencios.
La edición con intervención del entrevistador consiste en considerar que una entrevista es un contacto humano, un intercambio no solo de datos o ideas, sino también de instintos, emociones, simpatías, antipatías y oportunidades.
Lo que se pone en juego en la edición de la entrevista es la transparencia de lo que se dijo.
García Márquez sostiene que hay una idea equivoca de que la voz de la verdad no es tanto la del periodista que vio como la del entrevistado que declaro. Dice que para muchos la trascripción es la prueba de fuego, pero sin embargo confunden el sonido de las palabras, tropiezan con la semántica, naufragan en la ortografía y mueren en el infarto de la síntesis. García Márquez propone como solución volver a la libreta de notas para ir editando con la inteligencia a medida que escucha, y dejar a la grabadora su verdadera categoría de testigo invaluable.
Bibliografía consultada
- Ulibarri, Eduardo. Idea y Vida del Reportaje. Los otros cuentan, México, Trillas, Pág. 89-94.
- Arfuch, Leonor. La entrevista, una invención dialógica. Buenos Aires, Paidós, 1995, Pág. 49-52.
- Fresán, Rodrigo. Así habló Andy Warhol, en suplemento Radar, Página 12, 19/9/04.
- Coupland, Douglas. Amamos tanto a Morrissey, en revista Ñ. Buenos Aires, Clarín, 29-04-2006
- García Márquez, Gabriel. Discurso en la 52ª. Asamblea de la sociedad Interamericana de Prensa en Los Ángeles, California, 07-10-1996.
La investigación es la etapa previa a la realización de la entrevista. En esta etapa, el futuro entrevistador se dedica a buscar información sobre el personaje y/o tema que tendrá como centro la entrevista.
Arfuch compara el trabajo de investigación del entrevistador con el trabajo de un detective: ¨ El trabajo detectivesco comienza en ocasiones tratando de ubicar al personaje, ganarse su confianza, obtener finalmente una cita; otras veces se trata de una investigación previa al cuestionario, que concierne a una biografía, una teoría o una gestión, pero en todos los casos lo que prima en la imaginación del entrevistador es el deseo de desvelar algo.¨
Tanto el entrevistador como el detective se dedican a buscar algo, una información un dato. Eso que le despierta curiosidad sobre un tema o personaje.
Douglas Coupland tiene una mirada pesimista de la investigación que se realiza en estos tiempos para preparar una entrevista. Coupland sostiene: ¨ Toda la información que se necesita ya está en Google. Las entrevistas nunca van más allá de eso. Con anterioridad a Google, alguien que preparaba una entrevista tenía que hacer un verdadero trabajo de investigación que comprendía diarios, bibliotecas, visitas, acumulación de entrevistas anteriores y cierta cuota de energía. En la actualidad, no hace falta más que entrar al buscador para crear la ilusión de una verdadera investigación periodística ¨.
No estoy totalmente de acuerdo con esto que plantea Coupland. Me parece que no deja de ser una investigación entrar a un buscador para obtener una información determinada. La investigación tiene que ver con la búsqueda, y para eso están los buscadores de Internet. Además, toda información que uno pueda obtener a través de la investigación de diarios, bibliotecas, acumulación de entrevistas anteriores; la podemos encontrar en Internet. Los diarios tienen página Web con la misma información que tienen los diarios impresos. Los libros se pueden encontrar en forma digital, y las entrevistas aparecen por muchísimas páginas. No estoy de acuerdo en que las facilidades que brindan las tecnologías empeoran los métodos. Solamente son distintos.
Sin embargo, si bien la tecnología facilita la investigación, también dificulta el contacto cara a cara entre las personas. Cuando antes uno tenia que ir a la biblioteca, a los redacciones de diarios en búsqueda de información, siempre tenias que relacionarte con alguien que te facilitara la información, y en ese encuentro no solo se obtenía un dato especifico, sino también otra mirada sobre ese dato. Hoy en día son sistemas programados quienes te facilitan la información, no hay miradas sobre la información que se brinda.
El acto de la entrevista
En el acto de la entrevista se pone en juego, lo que Arfuch llama, redes de ínter subjetividades, obligaciones, la persuasión, el control o la violencia. Se tejen relaciones de poder donde ambos, el entrevistador como el entrevistado, persiguen un objetivo. Coupland decía que el concedía entrevistas porque quería que los lectores se conectaran con sus libros. De la misma manera que el entrevistador pide una entrevista con alguien para obtener una información determinada, el entrevistado también tiene sus razones para concederla.
Eduardo Ulibarri menciona cuatro situaciones en las cuales se pueden presentar problemas en una entrevista:
▪ La apariencia y maneras del entrevistado: Aquí el problema es sobre la percepción que tiene el entrevistado sobre su entrevistador.
▪ La estructura y formulación de las preguntas: Una pregunta mal redactada, o que por su extensión es difícil de comprender, puede generar respuestas aun más confusas. Por eso, se recomienda organizar las preguntas, colocarlas en orden prioritario, de modo que si el tiempo se termina, al menos se haya cubierto las más importantes. Siempre es bueno, si es necesario, repreguntar, volver sobre un tema pendiente, resumir, hacer avanzar el dialogo, anular silencios, aprovechar elementos inesperados pero relevantes, etc. Hay que tener bien en claro que es lo que se busca con las preguntas: datos precisos, revelaciones, interpretaciones sobre los hechos, opiniones generales o testimonios.
▪ La actitud del entrevistador: Si se estimula el antagonismo se puede cerrar las posibilidades de comunicación Hay que evitar esto, se debe ser cortes en el trato, pero firmes en lo que se pregunta. Hay que tratar de mantener el control de la entrevista. No hay que aceptar, a posteriori, lo que no se converso con anterioridad a la entrevista. Evitar la hostilidad abierta o la obsecuencia.
▪ Expectativas del entrevistador sobre las actitudes del entrevistado: Es probable que si el entrevistador supone que recibirá ciertas respuestas y actúa de acuerdo con esta suposición, el entrevistado responda de acuerdo con tales expectativas. Hay que tratar de ser lo mas objetivo posible. Evitar todo tipo de intervención que pueda influir en la respuesta del entrevistado.
Gabriel García Márquez dice: ¨ El cassette no es un sustituto de la memoria, sino una evolución de la humilde libreta de apuntes. La grabadora oye pero no escucha, repite pero no piensa, es fiel pero no tiene corazón… muchos entrevistadores no escuchan las respuestas por pensar en la siguiente pregunta ¨ Por eso, García Márquez recomienda tener siempre una libreta de apuntes donde se pueda hacer un punteo de las cosas que le van surgiendo al entrevistador mientras responde el entrevistado.
La edición
En esta etapa se pone en disputa dos formas de edición: una es la reproducción textual de la cinta; y la otra es la edición con la intervención de los sentidos y la razón del entrevistador.
En la revista que editó Andy Warhol, llamada Interview, las entrevistas que se publicaban eran la trascripción fiel de las cintas, incluyendo exclamaciones, titubeos y silencios.
La edición con intervención del entrevistador consiste en considerar que una entrevista es un contacto humano, un intercambio no solo de datos o ideas, sino también de instintos, emociones, simpatías, antipatías y oportunidades.
Lo que se pone en juego en la edición de la entrevista es la transparencia de lo que se dijo.
García Márquez sostiene que hay una idea equivoca de que la voz de la verdad no es tanto la del periodista que vio como la del entrevistado que declaro. Dice que para muchos la trascripción es la prueba de fuego, pero sin embargo confunden el sonido de las palabras, tropiezan con la semántica, naufragan en la ortografía y mueren en el infarto de la síntesis. García Márquez propone como solución volver a la libreta de notas para ir editando con la inteligencia a medida que escucha, y dejar a la grabadora su verdadera categoría de testigo invaluable.
Bibliografía consultada
- Ulibarri, Eduardo. Idea y Vida del Reportaje. Los otros cuentan, México, Trillas, Pág. 89-94.
- Arfuch, Leonor. La entrevista, una invención dialógica. Buenos Aires, Paidós, 1995, Pág. 49-52.
- Fresán, Rodrigo. Así habló Andy Warhol, en suplemento Radar, Página 12, 19/9/04.
- Coupland, Douglas. Amamos tanto a Morrissey, en revista Ñ. Buenos Aires, Clarín, 29-04-2006
- García Márquez, Gabriel. Discurso en la 52ª. Asamblea de la sociedad Interamericana de Prensa en Los Ángeles, California, 07-10-1996.
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