lunes, 24 de noviembre de 2008

Diario de escritor

Algo que siempre me llamo la atención con respecto al género documental es la idea que se tiene del mismo. Está en el sentido común de la gente la idea de que el documental muestra la realidad de las cosas, enajenada de quien la representa.
Mi pregunta es la siguiente: ¿Existe una realidad pura que se pueda representar sin modificarla? ¿Se puede mostrar la realidad en su totalidad? ¿Existe una realidad única y verdadera?
Bueno, para responder, en parte, a mis preguntas elegí como respuesta una cita que quizás use como epígrafe para mi ensayo.
“La verdad es un tema escabroso; la verosimilitud, en cambio, nos resulta mucho más tangible y, por supuesto, no está reñida con la manipulación. Porque, hay que insistir, no existe acto humano que no implique manipulación [...]. La manipulación por tanto está exenta perse de valor moral. Lo que si está sujeto al juicio moral son los criterios o las intenciones que se aplican a la manipulación. Y lo que está sujeto al juicio critico es su eficacia.”, Joan Fontcuberta.
Lo mejor que puede hacer un documentalista para ser fiel, en el mayor grado posible, con la verdad es involucrarse con la realidad que se le presenta para mostrarla desde adentro y no desde una postura prejuiciosa y desinteresada.
Estuve leyendo bastante sobre le tema para poder elegir las citas que más concuerden con mi postura.
Patricio Guzman, director de documentales, dice: “La objetividad es un concepto periodístico, no artístico. Yo creo que el documentalista no es un testigo desapasionado que permanece al margen, sino que es un testigo que se involucra, y mientras más lo haga mejor porque eso da fe de su apasionamiento por el tema. Cada cual tiene su punto de vista, imaginar que uno no lo tiene es un absurdo. Creo que la subjetividad, el hablar en primera persona, da una dimensión más atractiva y más justa con el tema y con el público, sin duda”.
Mirra también me habló de la necesidad que tiene el documentalista de involucrarse con el tema a tratar: “… cuando hago un documental me involucro con esa realidad y en el momento en que me involucro ya la estoy transformando. Por eso es revolucionario el documental, porque se involucra con la realidad y la transforma”.
El documentalista tiene características similares a la del etnógrafo, es más los primeros documentales de la historia fueron categorizados como documentales etnográficos por su objetivo de realizar un registro de la realidad de las diferentes culturas y comportamientos humanos.
Una imagen concreta, a lo Berger, que puedo llegar a usar en mi ensayo seria la película Nanouk of the North, ya que es considerada la primera película documental, aunque hay varias discusiones sobre si se la puede considerar documental o no por no poseer un carácter neutral. Se trata de la vieja, y aun no resuelta, discusión sobre la objetividad/subjetividad del documental.
Un título posible es “Una mirada personal”.


No hay comentarios: